miércoles, 12 de agosto de 2015

Dando la vuelta por la Ciudad Amurallada de Cartagena

Iniciando el día un poco tarde, pues a parte de estar viajando estaba de vacaciones y el clima de Cartagena se presta mucho para descansar, salí del hostal alrededor de las 10 de la mañana para iniciar el recorrido por esta bella ciudad. 

India Catalina
Inicié caminando por la calle 34 (que es donde se encuentra el hostal) hasta llegar a la estatua de la India Catalina, símbolo de Cartagena  y después regresé sobre la misma calle hasta llegar al parque centenario, donde se encuentran varias bancas y árboles para resguardarte del intenso sol. Posteriormente fui  hacia la Torre del Reloj, la cual es la entrada a la ciudad amurallada, ahí me encontré a un guía de turistas, y dicho por el mismo, se parece mucho a Morgan Freeman jejeje, trató de venderme un tour pero no quise, por lo que me pidió que fuera a una joyería, como sé que les dan comisión acepté.

Torre del Reloj

Colombia fue el mayor productor de esmeraldas del mundo hasta 2009, pero al producirlas de manera tan masiva sus precios son bastante accesibles, hay una artesanía típica que es un grano de café en plata que tiene una pequeña esmeralda, las puedes encontrar hasta en 10,000$ y son un bonito regalo. 

Ya con el dije en mano, continúe hacia la plaza de los coches que se encuentra cruzando la torre, la la plaza de la aduana y la parroquia de San Pedro Claver, la última una construcción hermosa, sobre todo de noche, la iluminación increíble.

San Pedro Claver
De ahí se puede acceder al baluarte de San Ignacio ya sobre la muralla sur y al parque de la marina, para obtener una vista bella de la bahía. Regresando un poco sobre mis pasos, caminé hacia el Parque Bolivar, el cuál es un espacio muy bello junto a la Catedral de Cartagena, en el cual tienes wi fi gratis y puedes descansar del sol, el cual a esas horas ya estaba haciendo de las suyas.
Parque Bolivar
A un lado del parque se encuentra el Museo Histórico de Cartagena el que fuera el antiguo palacio de la inquisición de Cartagena por lo que cuenta con una exposición a cerca de ésta última, es bastante interesante e ilustrativo, lo recomiendo, la entrada cuesta 17,000$ para extranjeros,

Varias pinturas muy buenas!
Posteriormente fui callejeando por la ciudad, vale muchísimo la pena dejarse perder por este hermoso lugar, lleno de puertas antiguas, balcones, flores y todo lleno de color! Caminé hasta la muralla y la recorrí hasta la que fue la casa de Gabriel García Márquez, con pleno sol en alto casi me desmayo, pero afortunadamente me encontré con una señora que vendía jugo de naranja y me devolvió a la vida.




Por último en esa tarde caminé hacia la parte exterior de la muralla (por afuera de la torre del reloj) para llegar al centro de convenciones y a los característicos Pegasos, ahí me encontré con Elsa una señora brasileña que conocí en playa blanca, platicamos un rato y cada quien se regresó a su hostal. 



Llegué alrededor de las 3 de la tarde y descansé un rato en el techo para disfrutar de la brisa, cuando bajo un poco el sol fui a comer al restaurante la Tinaja, donde pedí una crema de mariscos y un filete a la Cartagena acompañado de un jugo de maracuyá, todo delicioso, aunque el precio algo elevado (ese iba a ser el lujo culinario del viaje).



Regresé otro rato al hostal para después volver a la ciudad amurallada pero ya de noche, todo se transforma en una belleza de colores, toda la ciudad está muy bien iluminada y caminarla con la brisa del mar es increíble, me volví a encontrar con las muchachas del día anterior y tomamos unas cervezas sentados en la muralla, las vistas mágicas.



Quedamos para el día siguiente ir a Bocagrande a descansar un rato en la playa, compré unas cervezas y me las tomé en el hostal con un grupo de Australianos, todo muy relajante y a dormir.

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