martes, 3 de mayo de 2016

Adiós Japón!

Un día muy tranquilo, me desperté un poco tarde, realicé algunos pagos vía electrónica, hice el check out y a caminar de nuevo a la estación Ueno. De ahí me dirigí a la estación Shibuya para presenciar lo que muchos, el cruce más transitado del mundo. Debo decir que para mí no fue nada del otro mundo pues había poca gente, eran alrededor de las 11:30 hrs y no estaba tan concurrido.


Ah y también quería ver la estatua de Hachiko.

Hachiko

De ahí me fui caminando a Roppongi Hills, que es conocida como una de las ciudades dentro de la ciudad pues ahí se encuentra de todo, desde complejos habitacionales, oficinas, centros comerciales, un museo, un mirador, restaurantes, en fin, una locura. Para subir al “Tokyo City View” te cobran 1800 Y y está abierto hasta las 23:00 hrs. Se me hizo caro y ya no traía yenes por lo que lo omití, me quedo con la vista de la Torre de Tokio.

Mori Tower

Posteriormente caminé hacia Tokyo Midtown, otra de las ciudades dentro de la ciudad para conocer sus centros comerciales y maravillarme de lo increíble que es Japón. De ahí caminé a la estación Shinanomachi (que también es de la línea JR) para regresar a mi hostal para pedir informes sobre mi cámara, desafortunadamente no la habían encontrado.

Dentro de Tokyo Midtown

Quedé con Satoko para acudir de nueva cuenta al Hongyoji y participar de nueva cuenta en la ceremonia. Me despedí de la gente tan maravillosa que conocí, me quedé unos momentos contemplando la Tokyo Skytree muy feliz de haber vivido experiencias tan maravillosas en ese país, fui por mi maleta y partí al Aeropuerto Internacional Haneda para tomar mi vuelo a Singapur.

Con esta vista me despedí de Japón

Que puedo decir de Japón…

Desde niño siempre fue mi sueño conocer este país, me quedé maravillado con la cultura, tanto la ancestral como la moderna. Es increíble cómo la gente respeta, el respeto es uno de los valores que los japoneses tienen arraigados hasta la médula. También me quedé impresionado con la cordialidad con que todos los japoneses te tratan como viajero, nunca encontrarás un “no sé” un “no entiendo” y siempre encontrarán soluciones a tus problemas.

Yo soy muy arraigado a la comida mexicana, pero puedo decir que sin duda podría comer comida japonesa durante toda mi vida, es riquísima y muy variada. La amé!

La mezcla entre modernidad y tradición que se pueden encontrar en ciudades como Kioto, hacen de esta cultura única, por un lado preservando tradiciones y por el otro siendo la punta de lanza y la referencia obligada en cuanto a innovación y tecnología.

Podría pasarme horas tratando de describir lo  fabuloso que fue mi viaje a Japón, pero no sé cómo expresarlo a ciencia cierta. Cumplí uno de mis más grandes sueños y si estoy seguro que regresaré un país, sin duda, éste es Japón. Se quedó con un pedacito de mi corazón.


Sayounara!!


Gracias por todo! Arigatou!

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