lunes, 3 de abril de 2017

Elefantes, rafting y treking

El viaje de mi vida estaba llegando a su fin, una de las actividades que más se realizan alrededor de Chiang Mai es un treking por la selva y visita a una comunidad de la tribu Karen (cuello largo) y paseo por elefante. Primero les contaré lo que viví y después les daré mi opinión.

El día anterior contratamos un tour para hacer las actividades que les mencioné anteriormente con una agencia en la ciudad por 1400 bath por persona. Pasaron por nosotros a las 8 am y pusimos rumbo a la aventura.

En este tour conocimos a varios viajeros de diferentes partes del mundo, con los que hicimos amistad fueron un par de Irlandeses que nos contaron una de historias increíbles! A uno de ellos le pusieron droga en su bebida y acabó hospitalizado, cuidado de donde dejan sus tragos!

Lo primero que hicimos fue parar en un mercado para comprar provisiones, obvio a precio de turista, por lo que es mejor ir preparado para no pagar de más. Posteriomente fuimos a un orquidiareo y mariposario donde podías comprar joyas hechas con esta flor. Algo bonito para empezar el viaje.


La siguiente parada la hicimos para desayunar, nos dieron arroz, huevo y un poco de pollo, la comida regular, nos pusieron nuestros nombres en letras tailandesas y comenzamos el treking. Caminamos por unos sembradíos hasta llegar a un río, en donde mi amigo Luis se cayó y se mojó la mitad del cuerpo, salvando la cámara, eso sí, varios sufrieron caídas, ninguna lesión, pura diversión.
Mi nombre en Tailandés, la carita es a parte

Continuamos hasta las faldas de un cerro el cual requiere un estado físico medio para poder recorrerlo, el paisaje muy bello y hacer ejercicio al aire libre siempre es reconfortante, debo decir que a estas alturas del viaje mi condición física había mejorado mucho, por lo que no me costó trabajo realizar la caminata. Nuestro guía nos fue explicando de la flora y fauna de la región. Me gustó bastante.


Alrededor de las 3 pm llegamos al campamento, donde nos alojaríamos en unas cabañas muy rústicas y todos amontonados, pero por el precio no parecía tan malo. Comimos y después inició la "cabalgata" en elefante. Aquí quiero mencionar algo, los elefantes están descuidados, los amenazan y le pegan para que hagan lo que el "mahut" les ordene, son muy tranquilos estos animalotes y en ningún momento te sientes en peligro.

Animalitos hermosos
Debo decir que montar en elefante fue una experiencia extraña, la piel del mamífero es muy rugosa y llena de pelos gruesos que pueden lastimarte si no llevas pantalón, la cadencia del animal es lenta y te permite acomodarte sin problema, lo feo es que llevan cadenas y los mahut los maltratan. Al final los elefantes se bañan en el río y puedes compartir tiempo con ellos.


Ya en la noche prendieron una fogata e inicia la danza de las Karen, se ve todo montado, artificial, no creo que a nadie le guste que lo observen como en una especie de zoológico, en fin, lo bello fue la música que tocaron, también nos ofrecieron huevo con hongos, estos últimos crecen en las heces del elefante y como vi en varios viajeros pueden alterar un poco la percepción. Yo sólo veía las cosas más nítidas, como HD, no sentí algo más.


Mencionan que la tienda de ahí se llama 7 eleven, porque abren a las 7 y cierran a las 11, vende agua, soda, cerveza, caros pero nada fuera de lo común, mientras la fogata se iba extinguiendo nos quedamos un Argentino (que no hablaba inglés y que por eso se la pasó junto a nosotros) los dos irlandeses y nosotros, al haber cerrado la tienda ya no teníamos que tomar así que los muchachos del tour nos ofrecieron un destilado de raíces, no sé de cuales que apenas y estaba tomable, pero sirvió para el cometido.

Niñas Karen bailando
Ya para irnos a dormir los perros que había en la tarde y que eran muy tranquilos se convirtieron en algo más salvaje, nos gruñían y nos siguieron hasta la cabaña, dormí incómodo, con frío pero dormí. 

Al día siguiente te ofrecen desayuno y convives un poco con los elefantes, ya no te subes en ellos, los perritos, que habían regresado a la normalidad y los demás viajeros. Alrededor de las 10 de la mañana te llevan a hacer "bambú rafting" en unas lanchas tradicionales hecas de bambú, lentas, se hunden y te refrescan el trasero bastante! Posteriormente ya haces rafting en forma en unos rápidos de clase baja, me divertí mucho!



Al terminar la actividad toca de nueva cuenta la comida, una especie de "tamal" de pad thai y el regreso, lento y cansado hasta Chiang Mai. Llegamos al hotel a recoger nuestras cosas y caminamos al aeropuerto, cerca de 1 hora desde la ciudad y esperamos nuestro vuelo de regreso a Bangkok, un vuelo terrible, de apenas 2 horas, pero que me dejó espantadísimo.

Tomamos un taxi desde el aeropuerto de regreso al Pho Place y como nuestra habitación ya estaba en uso, nos dieron un upgrade! Buena la nueva habitación.


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